Sin embargo, los humanos no fueron los únicos que notaron esta repentina llegada de alimento.
\
9 **
\
I
	Las pocos qie han sobrevivido al repentino ataoue de las cucarachas de estado pueden atribuir su supervivencia a nada más uue mera suerte.
	
	
¡L Ujl L
luego do un año, solo dos han